Mente y mano.

Imagen y hueso.

Te deseo como sólo se desean los amantes que no se tienen.

Me ducho y me acaricio como haciendo un inventario de mis bienes.

Me necesitas, ya lo sabes, y no has probado mis besos.

Yo te necesito más…

Te necesito en mi día con montañas blancas.

Te quiero en mi noche con senos marchitos.

Mente y mano.

Interacción mágica la del universo.

Ilusión dantesca vernos en este infierno.

Te amo con pasión loca,

con una mirada lúbrica que quiere cuerpo,

quejido y gemido,

sudor y palpitación,

estremecimiento y besos.

Sólo hay silencio, agua caliente.

Mente y mano. 

© Beatriz Giovanna Ramírez